En el barrio de Gràcia de Barcelona encontramos este piso de 60m2 donde se propuso un proyecto de interiorismo global para crear un piso más amplio, funcional y acogedor para una madre y su hijo.
En su estado actual encontramos un piso mal distribuido que perdía muchos metros en pequeños distribuidores oscuros, poco útiles y llenos de puertas.
En la propuesta presentada a la clienta era de la de un proyecto con una nueva distribución general, eliminando todos los pasillos y el pequeño distribuidor de entrada creando un gran espacio abierto donde las diferentes estancias se comunican de manera fácil y cómoda para el usuario y con el paso de mucha luz natural gracias al gran ventanal de la fachada principal.
La pared que separaba el recibidor de la entrada con la cocina, se convirtió en una barra tipo office, eliminando así tanto paredes como puertas.